¿Cómo buscar los camareros adecuados para nuestro negocio de hostelería?
¡Por fin! Te has decidido a abrir tu propio negocio dedicado a la hostelería y actualmente estás inmerso en los trámites que conlleva una idea así. Entre ellos, quizás estés dándole vueltas a la cabeza a cómo contratar a los camareros que llevarán a cabo las tareas de tu negocio. Y es que, si bien es cierto que existe mucha gente dispuesta a desempeñar este empleo, quizás quieras arriesgar por lo mejor, y en este sentido, necesites encontrar a los camareros más profesionales que existen.
En ese caso, deberás tener en cuenta una secuencia de pasos a realizar que podrán acercarte a la perfección, sin perder de vista la idea de que estamos contratando personas y, como tales, la perfección propiamente dicha no existe. Asumiendo este importante detalle, veamos que podemos hacer para tener éxito en nuestra selección de personal.
1-Publica la oferta de trabajo
E intenta que el anuncio de empleo esté bien redactado, ofreciendo la máxima información sin hacerlo demasiado largo. Lo ideal es que:
- Especifiques exactamente que estás buscando (características personales y laborales)
- Establezcas el horario o los posibles horarios en los que se llevará a cabo el trabajo
- Establecer fecha aproximada de inicio del empleo
- Duración del contrato
- Posibilidades (o no) de renovar
- Tipo de contrato ofrecido
Es muy importante que las condiciones de trabajo especificadas no mientan, y que te ciñas a lo que está pidiendo tu negocio.
Entre los requisitos más recomendados, se encuentran buena formación (profesional), idiomas (por lo menos, inglés), tener buenas referencias y contar con una mínima experiencia (aunque esto puede suplirse con buenas facultades laborales).
2-Entrevista a aquellos aspirantes que cumplen con las exigencias
No llames a todos los que han enviado currículum, pues en ese caso podrías alargar demasiado el proceso de selección. Selecciona los que posean aquellas características demandadas, y cítalos en fecha y hora. Cumple con las citas, y entrevístalos.
Cuando se den las entrevistas, evita realizar preguntas demasiado personales. Más bien céntrate en aquellas preguntas que tengan que ver con el trabajo en cuestión, e intenta conocer las preferencias de cada una de las personas.
Comprométete a darles una respuesta cuando termine el proceso de selección, aunque implique anunciarles que no han sido seleccionadas. Así, mostrarás que realmente tu negocio tiene en cuenta el lado humano de sus trabajadores.
3-Comprueba las referencias
El último paso antes de terminar el proceso de selección es comprobar las referencias que te han dado los aspirantes al trabajo. De esta manera, conocerás de primera mano si la persona tiende a maquillar la realidad, o si de verdad ha sido sincera. Esto te dará pistas sobre su funcionamiento en el empleo.
¿Contrato a conocidos y familiares?
Contratar a personas que pertenecen a nuestro entorno es algo muy habitual, sobre todo desde el inicio de la crisis laboral en la que nos hemos visto inmersos. Son muchos los empresarios que se arriesgan a ello, dando por supuesto que la persona nos va a rendir de manera eficiente. El problema viene cuando no es así; si tenemos vínculos personales con ella, tratar de despedirla supone un problema añadido que nos puede aportar muchos quebraderos de cabeza.
Por ello, contratar a conocidos y/o familiares puede ser buena idea en el caso de conocerlos bien y saber a la perfección que pueden rendir de manera eficiente. Si, además, tienen experiencia en el sector, tendremos una garantía extra que hará muy fácil la relación laboral con la persona en cuestión.
¿Contrato a gente sin experiencia?
Querer los mejores camareros es totalmente comprensible, pero crea un estigma en la sociedad; aquellas personas que han trabajado trabajan cada vez más, mientras que aquellas personas que desean incorporarse al mundo laboral quedan fuera del sistema. Por ello, es también importante apostar por estas personas que no tienen experiencia en el sector, pero sí muchas ganas de aprender.
Contar con ellas es una muy buena idea, siempre y cuando estemos dispuestos a formarlos de manera eficaz. Y para ello, necesitamos poner de nuestro tiempo y nuestra parte para que ello sea positivo. Deberemos tener altas dosis de paciencia y comprensión, pero puede ser una apuesta más que segura.
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